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Bristol, una joya en Reino Unido


¡Estamos de vuelta! Primer post de septiembre. Un mes que siempre conlleva cambios y para nosotros todavía más. Celebramos hace unos días el primer año que estamos viviendo en Londres y haciendo balance… ¡Menuda experiencia! Dejando de lado la importancia que ha tenido el hecho de haber mejorado muchísimo mi inglés, la gente que he conocido, los lugares en los que he estado y las aventuras que he vivido, no lo cambio por nada.

Por eso estrenamos el mes con un nuevo viaje esta vez por Inglaterra, concretamente al sur-oeste del país. Se trata de la ciudad de Bristol y como habéis podido leer en el título, ha sido un gran descubrimiento. Había leído de ella antes para informarme sobre todos los atractivos que tiene pero ha superado todas mis expectativas. Digamos que es una mezcla entre la ciudad de Bilbao (Por sus numerosos puentes que cruzan el río Avon y la geografía del propio Bristol: calles ascendentes y pendientes empinadas con miradores y acantilados) y Brooklyn, sí, el mismo Brooklyn de Nueva York. Salvando las distancias, en la parte sud del río hay varios restaurantes, cafeterías y facultades de la Universidad con una arquitectura industrial muy parecida a la del barrio de NY. Antiguas fabricas reformadas para albergar ahora lugares alternativos y con un ambiente muy cool. Todo esto sin perder la estética típica de todas las ciudades británicas con sus catedrales, iglesias y torres medievales.

Vayamos al turrón: ¿Cómo se llega a Bristol? Existen varias opciones entre ellas por avión y autobús (Desde Londres Victoria y Hammersmith £11-£22 x trayecto y con destino a Bristol Coach Station con una duración de 2h25’) aunque la opción más cómoda es en tren. Desde Londres Paddington encontraréis varios trayectos directos de 1h50’ alrededor de £35 i/v a Bristol Temple Meads Station.

El primer atractivo turístico que encontraréis al salir de la estación rumbo al centro es St. Mary Redcliffe, una iglesia construida entre los siglos XII-XV. La Reina Isabel I llegó a nombrarla como ‘La iglesia parroquial más bella, hermosa y famosa de Inglaterra’.

Siguiente destino: Castle Park y St. Peter’s Church, otro iglesia del siglo XII pero a diferencia de la anterior, esta se conserva bastante peor debido a los bombardeos que sufrió durante la II Guerra Mundial aunque guarda un atractivo muy peculiar.


Ya en el centro de la ciudad encontraréis el Hippodrome de Bristol, teatro principal que ha llegado a acoger premiers mundiales tan famosas como las del Cascanueces (2002) por el Ballet Nacional Británico y la del musical de Mary Poppins (2004). En Millennium Square encontraréis una gigantesca bola de cristal con numerosos espejos que sirve de reclamo para que visitéis el museo de ciencia We The Curious. La Catedral principal de Bristol esta en la plaza del ayuntamiento y data del año 1140. Imponente donde las haya tu. En el barrio de Redcliffe está una de mis iglesias favoritas de la ciudad: Temple Church conocida también por ‘Holy Cross Church’. Situada en el mismo lugar donde varios siglos atrás se alzó una iglesia de la Orden de los Caballeros Templarios. Muy a nuestro pesar, también fue bombardeada en la IIGM y se conserva poco de su estructura principal aunque su torre sigue en pie y en mejor estado.

Al norte de la ciudad y saliendo del centro está Montpelier (No el de Francia), un barrio con muchísimo rollo (del bueno, no del malo) repleto de graffitis y murales por todos sus edificios, coffee shops y tiendas vintages. Otro de los imprescindibles de Bristol es sin duda Cabot Tower. Está situada en el parque Brandon Hill y data del 1890 con motivo de la conmemoración del 400 aniversario de Giovanni Caboto, navegante italiano descubridor del norte de americana (Lo que a día de hoy conocemos por Canadá). Mide 32 metros aunque las vistas están situadas a 102m respecto al nivel del mar. Abre todos los días de 8:15h a 21:15h (preparados para los escalones porque hay unos cuantos y subir precisamente a ese parque, tampoco es cosa fácil. Después de eso os convalidaran el camino de Santiago, no os preocupéis).

Y ahora viene joya de la corona: el Clifton Suspension Bridge, un puente colgante que separa los barrios de Clifton y Leigh Woods en North Somerset. Para llegar a él lo podéis hacer en autobús desde el centro de Bristol (nº8) hasta Clifton Village por un precio de £2 el trayecto (aceptan contactless). Si venís desde ahí con lo primero que os toparéis es con el Clifton Observatory, muy buenas vistas del puente y la ciudad. Tiene dos atracciones turísticas. La primera una cámara obscura (sólo hay 3 en Reino Unido y esta es una de las que mejor se conserva con una vista 360 grados) y la segunda unas cuevas. Cuidado porque la segunda no es tan graciosa como la primera. Digamos que para visitar las cuevas tienes que tener la altura de un Pitufo y llevar calzado anti deslizante ya que eso resbala cosa fina. Además os recomendamos llevar puestos unos guantes (para luego tirarlos) porque las barandillas están húmedas de oxido. Después de bajar unos cuantos metros llegaréis a un agujero en el acantilado con vistas al puente y al río. Es en esa cueva donde habitan unas aves autóctonas de la zona. Así que si cuando llegáis empezáis a oler a pájaro cerrado, ya sabéis lo que es. Estas dos fantásticas experiencias cuestan £4 aunque se pueden reservar por separado.

Si cruzas el puente desde Clifton llegaréis a su Visitor Center con su inconfundible Store y un recorrido por la historia de la construcción del puente inaugurado en 1864. Seguramente que cuando veáis la siguiente foto, alguno de vosotros reconoceréis de qué puente se trata ya que en noviembre del 2003 el famoso avión Concorde sobrevoló esa zona.

*Photo Concorde: LEWIS WHYLD/SWNS.COM

Y por último y no menos importante: el SS Great Britain, el primer transatlántico de pasajeros del mundo (el más grande hasta 1854) con casco de hierro y propulsado por helices. Realizó su viaje inaugural a Nueva York en 1843 y tardó 14 días. Llevó miles de personas a Australia y se cree que más de 1 millón de habitantes de dicho país son descendientes de esos pasajeros. La entrada al barco cuesta £16 e incluye una experiencia completa.

Y después de haberos resaltado los TOP imprescindibles de Bristol os estaréis preguntando cuánto tiempo conlleva visitar todos estos lugares. Aunque soy de los que piensa que eso depende mucho del viajero (ya que cada uno puede invertir el tiempo que quiera en ello) sí que aconsejaría al menos 2 días para poder verlo todo tranquilamente. Hay varias ofertas hoteleras céntricas por £40 la noche.

Y hasta aquí el post de hoy. Volveremos muy pronto contando las novedades de la nueva temporada en Utopía. Y os podemos adelantar que se vienen dos nuevos viajes. El primero es un road trip por España (¿dónde? Eso ya se verá) y el segundo digamos que… ¿Os acordáis que nos tuvimos que sacar la ESTA para viajar a California en febrero de 2017 y tenía una duración de 2 años? Pues la voy a aprovechar por tercera vez amigos. Vuelvo a cruzar el charco.

LET’S TRAVEL!


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